Para blasfemar contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo y de los que habitan en el cielo.

A fin de devorar al hijo de la mujer tan pronto como naciera.

Arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuera arrastrada por el río.

Hacer grandes señales, de tal manera que incluso hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres.

Hacer guerra contra los santos, y vencerlos.

Sobre todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos.

Sobre todos los habitantes de la tierra cuyos nombres no estaban escritos desde el principio del mundo en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado.

Sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación.

Toda la tierra.

Todos los habitantes de la tierra cuyos nombres no estaban escritos desde el principio del mundo en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado.

Toda tribu, pueblo, lengua y nación.

Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.

«¿Quién como la bestia y quién podrá luchar contra ella?»

«Si alguno lleva en cautividad, a cautividad irá. Si alguno mata a espada, a espada será muerto.»

Del mar.

De la tierra.

Sobre la arena del mar.

Era semejante a un leopardo, sus pies eran como de oso y su boca como boca de león.

Tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como un dragón.

Tenía siete cabezas y diez cuernos: en sus cuernos tenía diez diademas, y sobre sus cabezas, nombres de blasfemia.

Guerra contra los santos, y vencerlos.

Autoridad para actuar por cuarenta y dos meses.

Toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y sus habitantes adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada.

Blasfemar contra Dios, blasfemar de su nombre, de su tabernáculo y de los que habitan en el cielo.

Grandes señales, de tal manera que incluso hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres.

Guerra contra los santos, y vencerlos.

Que le hagan una imagen a la bestia que fue herida de espada y revivió.

«Si alguno lleva en cautividad, a cautividad irá. Si alguno mata a espada, a espada será muerto.»

«¿Quién como la bestia y quién podrá luchar contra ella?»

Blasfemar contra Dios, blasfemar de su nombre, de su tabernáculo y de los que habitan en el cielo.

Hacer guerra contra los santos, y vencerlos.

Infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablara e hiciera matar a todo el que no la adorara.

Que hagan guerra contra los santos, y vencerlos.

Que se les pusiera una marca en la mano derecha o en la frente,

Que blasfemen contra Dios, blasfemen de su nombre, de su tabernáculo y de los que habitan en el cielo.

Harán guerra contra los santos, y vencerán.

Ninguno puede comprar ni vender.

Sus nombres no estaban escritos desde el principio del mundo en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado.

Seiscientos sesenta y seis.

Cuarenta y dos.

Mil doscientos sesenta.

Los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.

Miguel y sus ángeles.

Ciento cuarenta y cuatro mil que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.

Toda tribu, pueblo, lengua y nación.

Los que no se han contaminado con mujeres, pues son vírgenes. Son los que siguen al Cordero por dondequiera que va.

Los santos.

Que ninguno pudiera comprar ni vender, sino el que tuviera la marca o el nombre de la bestia o el número de su nombre.

Cantaban un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos.

En sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.

Para expulsar al acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.

Para blasfemar contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo y de los que habitan en el cielo.

Para predicarlo a los habitantes de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo.

«Si alguno adora a la bestia y a su imagen y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero. El humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. No tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.»

«¡Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado. Adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas!»

«Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación.»

«¡Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado. Adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas!»

«Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación.»

«Si alguno adora a la bestia y a su imagen y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero. El humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. No tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.»

«¡Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado. Adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas!»

«Si alguno adora a la bestia y a su imagen y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero. El humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. No tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.»

«Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación.»

Apocalipsis 14:12.

.Apocalipsis 14:2.

Apocalipsis 14:22.

«¡Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado. Adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas!»

«Escribe: “Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor.” Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.»

«Si alguno adora a la bestia y a su imagen y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero. El humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. No tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.»

«¡Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado. Adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas!»

«Escribe: “Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor.” Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.»

«¡Mete tu hoz y siega, porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura!»

Metió su hoz en la tierra y la tierra fue segada.

Metió su hoz en la tierra, vendimió la viña de la tierra y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios.

Llamó a gran voz.

La hora de su juicio ha llegado.

Fue pisado fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre que llegó hasta los frenos de los caballos en una extensión de mil seiscientos estadios.

Vendimió la viña de la tierra