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EXAMEN DE DIAGNÓSTICO 1
TEXTO N. 1: OBEDIENCIA
En esto de obedecer, yo, tu Ordenador, si creo que te puedo dar lecciones. ¿Fallo alguna vez a lo que me mandas? Si me das las órdenes correctas, ahí estoy yo sumiso, sin voluntad propia, ciegamente servil. Eres tú más bien el que se equivoca en algunas órdenes que me das. Estoy orgulloso de ello.
Pero sospecho que mi obediencia no es la obediencia con que deben obsequiarse unas a otras las personas humanas. Yo actúo sin motivos, sin razones. Si fuera capaz de ello, no sería Ordenador, sería persona.
Las personas vivís en sociedad. Y sociedad es la familia, el colegio, la ciudad, la nación a que perteneces. ¿Te imaginas una sociedad sin autoridad? Es necesaria la autoridad. No hay más que ver cómo los jóvenes, tan propensos a rechazar la autoridad establecida, os inventáis otros tipos de autoridad. Buscáis quien os mande y os sometéis servilmente. Obedecéis al cabecilla de la pandilla, al líder de turno, a las modas.
¿Quieres saber qué es la obediencia para una persona?
Obedecer es aceptar y ejecutar, como decisiones propias, las indicaciones de quien tiene y ejerce la autoridad, siempre que no se oponga a la justicia.
Datos a tener en cuenta:
Aceptar, en la obediencia, es considerar como tuyas las decisiones de otro.
Autoridad es la persona puesta para mandar, ordenando los derechos de todos y procurando el bien de la sociedad o de las diversas sociedades a las que tú puedas estar incorporado.
Ejecutar es hacer con prontitud lo que te mandan, poniendo interés por interpretar bien la voluntad del que manda.
La autoridad, si como humana que es, se sobrepasa en sus facultades, no debe ser obedecida en sus abusos o errores.
La obediencia no se opone a la libertad. Es verdad que el que obedece se somete a la voluntad de otro. Pero lo hace en virtud de una decisión libre, motivada por unos valores superiores.
El primero de estos motivos es la autoridad misma, cuyo fundamento están la autoridad de Dios.
Otras razones pueden ser, y de hecho son, la paz, la armonía, la eficacia, el respeto a los derechos de los demás, el bien común.
Algunas propuestas:
*Que tu obediencia no sea rutinaria, ciega, mecánica. Esta es la obediencia mía, la del Ordenador.
* Tú debes cumplir bien, atendiendo a los deseos reales del que manda.
* No te límites a hacer el mínimo necesario para justificarte. Debes ser generoso haciendo incluso más de lo que se te pide.
* No critiques, ni de pensamiento, a la persona que tiene autoridad.
* No intentes pasar el encargo recibido a otra persona.
Debes hacer inmediatamente lo mandado o en el momento que te hayan indicado.
Un aviso: Debes contar con la rebeldía que brota dentro de ti en estos años. Ya sé que quieres ser
tú. No te preocupes. Lo serás, y con mayor personalidad, cuanto más obediente seas ahora.
¿Cómo es la obediencia del Ordenador?
Inteligente.
Voluntaria.
Ciegamente servil.
EXAMEN DE DIAGNÓSTICO 1
TEXTO N. 1: OBEDIENCIA
En esto de obedecer, yo, tu Ordenador, si creo que te puedo dar lecciones. ¿Fallo alguna vez a lo que me mandas? Si me das las órdenes correctas, ahí estoy yo sumiso, sin voluntad propia, ciegamente servil. Eres tú más bien el que se equivoca en algunas órdenes que me das. Estoy orgulloso de ello.
Pero sospecho que mi obediencia no es la obediencia con que deben obsequiarse unas a otras las personas humanas. Yo actúo sin motivos, sin razones. Si fuera capaz de ello, no sería Ordenador, sería persona.
Las personas vivís en sociedad. Y sociedad es la familia, el colegio, la ciudad, la nación a que perteneces. ¿Te imaginas una sociedad sin autoridad? Es necesaria la autoridad. No hay más que ver cómo los jóvenes, tan propensos a rechazar la autoridad establecida, os inventáis otros tipos de autoridad. Buscáis quien os mande y os sometéis servilmente. Obedecéis al cabecilla de la pandilla, al líder de turno, a las modas.
¿Quieres saber qué es la obediencia para una persona?
Obedecer es aceptar y ejecutar, como decisiones propias, las indicaciones de quien tiene y ejerce la autoridad, siempre que no se oponga a la justicia.
Datos a tener en cuenta:
Aceptar, en la obediencia, es considerar como tuyas las decisiones de otro.
Autoridad es la persona puesta para mandar, ordenando los derechos de todos y procurando el bien de la sociedad o de las diversas sociedades a las que tú puedas estar incorporado.
Ejecutar es hacer con prontitud lo que te mandan, poniendo interés por interpretar bien la voluntad del que manda.
La autoridad, si como humana que es, se sobrepasa en sus facultades, no debe ser obedecida en sus abusos o errores.
La obediencia no se opone a la libertad. Es verdad que el que obedece se somete a la voluntad de otro. Pero lo hace en virtud de una decisión libre, motivada por unos valores superiores.
El primero de estos motivos es la autoridad misma, cuyo fundamento están la autoridad de Dios.
Otras razones pueden ser, y de hecho son, la paz, la armonía, la eficacia, el respeto a los derechos de los demás, el bien común.
Algunas propuestas:
*Que tu obediencia no sea rutinaria, ciega, mecánica. Esta es la obediencia mía, la del Ordenador.
* Tú debes cumplir bien, atendiendo a los deseos reales del que manda.
* No te límites a hacer el mínimo necesario para justificarte. Debes ser generoso haciendo incluso más de lo que se te pide.
* No critiques, ni de pensamiento, a la persona que tiene autoridad.
* No intentes pasar el encargo recibido a otra persona.
Debes hacer inmediatamente lo mandado o en el momento que te hayan indicado.
Un aviso: Debes contar con la rebeldía que brota dentro de ti en estos años. Ya sé que quieres ser
tú. No te preocupes. Lo serás, y con mayor personalidad, cuanto más obediente seas ahora.
Los jóvenes suelen someterse a la autoridad de:
Los gobernantes.
La moda.
Los mayores.
EXAMEN DE DIAGNÓSTICO 1
TEXTO N. 1: OBEDIENCIA
En esto de obedecer, yo, tu Ordenador, si creo que te puedo dar lecciones. ¿Fallo alguna vez a lo que me mandas? Si me das las órdenes correctas, ahí estoy yo sumiso, sin voluntad propia, ciegamente servil. Eres tú más bien el que se equivoca en algunas órdenes que me das. Estoy orgulloso de ello.
Pero sospecho que mi obediencia no es la obediencia con que deben obsequiarse unas a otras las personas humanas. Yo actúo sin motivos, sin razones. Si fuera capaz de ello, no sería Ordenador, sería persona.
Las personas vivís en sociedad. Y sociedad es la familia, el colegio, la ciudad, la nación a que perteneces. ¿Te imaginas una sociedad sin autoridad? Es necesaria la autoridad. No hay más que ver cómo los jóvenes, tan propensos a rechazar la autoridad establecida, os inventáis otros tipos de autoridad. Buscáis quien os mande y os sometéis servilmente. Obedecéis al cabecilla de la pandilla, al líder de turno, a las modas.
¿Quieres saber qué es la obediencia para una persona?
Obedecer es aceptar y ejecutar, como decisiones propias, las indicaciones de quien tiene y ejerce la autoridad, siempre que no se oponga a la justicia.
Datos a tener en cuenta:
Aceptar, en la obediencia, es considerar como tuyas las decisiones de otro.
Autoridad es la persona puesta para mandar, ordenando los derechos de todos y procurando el bien de la sociedad o de las diversas sociedades a las que tú puedas estar incorporado.
Ejecutar es hacer con prontitud lo que te mandan, poniendo interés por interpretar bien la voluntad del que manda.
La autoridad, si como humana que es, se sobrepasa en sus facultades, no debe ser obedecida en sus abusos o errores.
La obediencia no se opone a la libertad. Es verdad que el que obedece se somete a la voluntad de otro. Pero lo hace en virtud de una decisión libre, motivada por unos valores superiores.
El primero de estos motivos es la autoridad misma, cuyo fundamento están la autoridad de Dios.
Otras razones pueden ser, y de hecho son, la paz, la armonía, la eficacia, el respeto a los derechos de los demás, el bien común.
Algunas propuestas:
*Que tu obediencia no sea rutinaria, ciega, mecánica. Esta es la obediencia mía, la del Ordenador.
* Tú debes cumplir bien, atendiendo a los deseos reales del que manda.
* No te límites a hacer el mínimo necesario para justificarte. Debes ser generoso haciendo incluso más de lo que se te pide.
* No critiques, ni de pensamiento, a la persona que tiene autoridad.
* No intentes pasar el encargo recibido a otra persona.
Debes hacer inmediatamente lo mandado o en el momento que te hayan indicado.
Un aviso: Debes contar con la rebeldía que brota dentro de ti en estos años. Ya sé que quieres ser
tú. No te preocupes. Lo serás, y con mayor personalidad, cuanto más obediente seas ahora.
La obediencia consiste en aceptar y:
Ejecutar.
Criticar.
Pasar el encargo a otro.
EXAMEN DE DIAGNÓSTICO 1
TEXTO N. 1: OBEDIENCIA
En esto de obedecer, yo, tu Ordenador, si creo que te puedo dar lecciones. ¿Fallo alguna vez a lo que me mandas? Si me das las órdenes correctas, ahí estoy yo sumiso, sin voluntad propia, ciegamente servil. Eres tú más bien el que se equivoca en algunas órdenes que me das. Estoy orgulloso de ello.
Pero sospecho que mi obediencia no es la obediencia con que deben obsequiarse unas a otras las personas humanas. Yo actúo sin motivos, sin razones. Si fuera capaz de ello, no sería Ordenador, sería persona.
Las personas vivís en sociedad. Y sociedad es la familia, el colegio, la ciudad, la nación a que perteneces. ¿Te imaginas una sociedad sin autoridad? Es necesaria la autoridad. No hay más que ver cómo los jóvenes, tan propensos a rechazar la autoridad establecida, os inventáis otros tipos de autoridad. Buscáis quien os mande y os sometéis servilmente. Obedecéis al cabecilla de la pandilla, al líder de turno, a las modas.
¿Quieres saber qué es la obediencia para una persona?
Obedecer es aceptar y ejecutar, como decisiones propias, las indicaciones de quien tiene y ejerce la autoridad, siempre que no se oponga a la justicia.
Datos a tener en cuenta:
Aceptar, en la obediencia, es considerar como tuyas las decisiones de otro.
Autoridad es la persona puesta para mandar, ordenando los derechos de todos y procurando el bien de la sociedad o de las diversas sociedades a las que tú puedas estar incorporado.
Ejecutar es hacer con prontitud lo que te mandan, poniendo interés por interpretar bien la voluntad del que manda.
La autoridad, si como humana que es, se sobrepasa en sus facultades, no debe ser obedecida en sus abusos o errores.
La obediencia no se opone a la libertad. Es verdad que el que obedece se somete a la voluntad de otro. Pero lo hace en virtud de una decisión libre, motivada por unos valores superiores.
El primero de estos motivos es la autoridad misma, cuyo fundamento están la autoridad de Dios.
Otras razones pueden ser, y de hecho son, la paz, la armonía, la eficacia, el respeto a los derechos de los demás, el bien común.
Algunas propuestas:
*Que tu obediencia no sea rutinaria, ciega, mecánica. Esta es la obediencia mía, la del Ordenador.
* Tú debes cumplir bien, atendiendo a los deseos reales del que manda.
* No te límites a hacer el mínimo necesario para justificarte. Debes ser generoso haciendo incluso más de lo que se te pide.
* No critiques, ni de pensamiento, a la persona que tiene autoridad.
* No intentes pasar el encargo recibido a otra persona.
Debes hacer inmediatamente lo mandado o en el momento que te hayan indicado.
Un aviso: Debes contar con la rebeldía que brota dentro de ti en estos años. Ya sé que quieres ser
tú. No te preocupes. Lo serás, y con mayor personalidad, cuanto más obediente seas ahora.
Toda autoridad debe:
Enriquecerse a costa de la sociedad.
Imponerse aún a costa de la justicia.
Buscar el bien común de la sociedad.
EXAMEN DE DIAGNÓSTICO 1
TEXTO N. 1: OBEDIENCIA
En esto de obedecer, yo, tu Ordenador, si creo que te puedo dar lecciones. ¿Fallo alguna vez a lo que me mandas? Si me das las órdenes correctas, ahí estoy yo sumiso, sin voluntad propia, ciegamente servil. Eres tú más bien el que se equivoca en algunas órdenes que me das. Estoy orgulloso de ello.
Pero sospecho que mi obediencia no es la obediencia con que deben obsequiarse unas a otras las personas humanas. Yo actúo sin motivos, sin razones. Si fuera capaz de ello, no sería Ordenador, sería persona.
Las personas vivís en sociedad. Y sociedad es la familia, el colegio, la ciudad, la nación a que perteneces. ¿Te imaginas una sociedad sin autoridad? Es necesaria la autoridad. No hay más que ver cómo los jóvenes, tan propensos a rechazar la autoridad establecida, os inventáis otros tipos de autoridad. Buscáis quien os mande y os sometéis servilmente. Obedecéis al cabecilla de la pandilla, al líder de turno, a las modas.
¿Quieres saber qué es la obediencia para una persona?
Obedecer es aceptar y ejecutar, como decisiones propias, las indicaciones de quien tiene y ejerce la autoridad, siempre que no se oponga a la justicia.
Datos a tener en cuenta:
Aceptar, en la obediencia, es considerar como tuyas las decisiones de otro.
Autoridad es la persona puesta para mandar, ordenando los derechos de todos y procurando el bien de la sociedad o de las diversas sociedades a las que tú puedas estar incorporado.
Ejecutar es hacer con prontitud lo que te mandan, poniendo interés por interpretar bien la voluntad del que manda.
La autoridad, si como humana que es, se sobrepasa en sus facultades, no debe ser obedecida en sus abusos o errores.
La obediencia no se opone a la libertad. Es verdad que el que obedece se somete a la voluntad de otro. Pero lo hace en virtud de una decisión libre, motivada por unos valores superiores.
El primero de estos motivos es la autoridad misma, cuyo fundamento están la autoridad de Dios.
Otras razones pueden ser, y de hecho son, la paz, la armonía, la eficacia, el respeto a los derechos de los demás, el bien común.
Algunas propuestas:
*Que tu obediencia no sea rutinaria, ciega, mecánica. Esta es la obediencia mía, la del Ordenador.
* Tú debes cumplir bien, atendiendo a los deseos reales del que manda.
* No te límites a hacer el mínimo necesario para justificarte. Debes ser generoso haciendo incluso más de lo que se te pide.
* No critiques, ni de pensamiento, a la persona que tiene autoridad.
* No intentes pasar el encargo recibido a otra persona.
Debes hacer inmediatamente lo mandado o en el momento que te hayan indicado.
Un aviso: Debes contar con la rebeldía que brota dentro de ti en estos años. Ya sé que quieres ser
tú. No te preocupes. Lo serás, y con mayor personalidad, cuanto más obediente seas ahora.
El fundamento de toda autoridad está en:
La autoridad de Dios.
Las normas sociales.
La opinión de la mayoría
EXAMEN DE DIAGNÓSTICO 1
TEXTO N. 1: OBEDIENCIA
En esto de obedecer, yo, tu Ordenador, si creo que te puedo dar lecciones. ¿Fallo alguna vez a lo que me mandas? Si me das las órdenes correctas, ahí estoy yo sumiso, sin voluntad propia, ciegamente servil. Eres tú más bien el que se equivoca en algunas órdenes que me das. Estoy orgulloso de ello.
Pero sospecho que mi obediencia no es la obediencia con que deben obsequiarse unas a otras las personas humanas. Yo actúo sin motivos, sin razones. Si fuera capaz de ello, no sería Ordenador, sería persona.
Las personas vivís en sociedad. Y sociedad es la familia, el colegio, la ciudad, la nación a que perteneces. ¿Te imaginas una sociedad sin autoridad? Es necesaria la autoridad. No hay más que ver cómo los jóvenes, tan propensos a rechazar la autoridad establecida, os inventáis otros tipos de autoridad. Buscáis quien os mande y os sometéis servilmente. Obedecéis al cabecilla de la pandilla, al líder de turno, a las modas.
¿Quieres saber qué es la obediencia para una persona?
Obedecer es aceptar y ejecutar, como decisiones propias, las indicaciones de quien tiene y ejerce la autoridad, siempre que no se oponga a la justicia.
Datos a tener en cuenta:
Aceptar, en la obediencia, es considerar como tuyas las decisiones de otro.
Autoridad es la persona puesta para mandar, ordenando los derechos de todos y procurando el bien de la sociedad o de las diversas sociedades a las que tú puedas estar incorporado.
Ejecutar es hacer con prontitud lo que te mandan, poniendo interés por interpretar bien la voluntad del que manda.
La autoridad, si como humana que es, se sobrepasa en sus facultades, no debe ser obedecida en sus abusos o errores.
La obediencia no se opone a la libertad. Es verdad que el que obedece se somete a la voluntad de otro. Pero lo hace en virtud de una decisión libre, motivada por unos valores superiores.
El primero de estos motivos es la autoridad misma, cuyo fundamento están la autoridad de Dios.
Otras razones pueden ser, y de hecho son, la paz, la armonía, la eficacia, el respeto a los derechos de los demás, el bien común.
Algunas propuestas:
*Que tu obediencia no sea rutinaria, ciega, mecánica. Esta es la obediencia mía, la del Ordenador.
* Tú debes cumplir bien, atendiendo a los deseos reales del que manda.
* No te límites a hacer el mínimo necesario para justificarte. Debes ser generoso haciendo incluso más de lo que se te pide.
* No critiques, ni de pensamiento, a la persona que tiene autoridad.
* No intentes pasar el encargo recibido a otra persona.
Debes hacer inmediatamente lo mandado o en el momento que te hayan indicado.
Un aviso: Debes contar con la rebeldía que brota dentro de ti en estos años. Ya sé que quieres ser
tú. No te preocupes. Lo serás, y con mayor personalidad, cuanto más obediente seas ahora.
En toda sociedad es necesaria la:
Falta de autoridad.
Autoridad.
Sumisión ciega.
EXAMEN DE DIAGNÓSTICO 1
TEXTO N. 1: OBEDIENCIA
En esto de obedecer, yo, tu Ordenador, si creo que te puedo dar lecciones. ¿Fallo alguna vez a lo que me mandas? Si me das las órdenes correctas, ahí estoy yo sumiso, sin voluntad propia, ciegamente servil. Eres tú más bien el que se equivoca en algunas órdenes que me das. Estoy orgulloso de ello.
Pero sospecho que mi obediencia no es la obediencia con que deben obsequiarse unas a otras las personas humanas. Yo actúo sin motivos, sin razones. Si fuera capaz de ello, no sería Ordenador, sería persona.
Las personas vivís en sociedad. Y sociedad es la familia, el colegio, la ciudad, la nación a que perteneces. ¿Te imaginas una sociedad sin autoridad? Es necesaria la autoridad. No hay más que ver cómo los jóvenes, tan propensos a rechazar la autoridad establecida, os inventáis otros tipos de autoridad. Buscáis quien os mande y os sometéis servilmente. Obedecéis al cabecilla de la pandilla, al líder de turno, a las modas.
¿Quieres saber qué es la obediencia para una persona?
Obedecer es aceptar y ejecutar, como decisiones propias, las indicaciones de quien tiene y ejerce la autoridad, siempre que no se oponga a la justicia.
Datos a tener en cuenta:
Aceptar, en la obediencia, es considerar como tuyas las decisiones de otro.
Autoridad es la persona puesta para mandar, ordenando los derechos de todos y procurando el bien de la sociedad o de las diversas sociedades a las que tú puedas estar incorporado.
Ejecutar es hacer con prontitud lo que te mandan, poniendo interés por interpretar bien la voluntad del que manda.
La autoridad, si como humana que es, se sobrepasa en sus facultades, no debe ser obedecida en sus abusos o errores.
La obediencia no se opone a la libertad. Es verdad que el que obedece se somete a la voluntad de otro. Pero lo hace en virtud de una decisión libre, motivada por unos valores superiores.
El primero de estos motivos es la autoridad misma, cuyo fundamento están la autoridad de Dios.
Otras razones pueden ser, y de hecho son, la paz, la armonía, la eficacia, el respeto a los derechos de los demás, el bien común.
Algunas propuestas:
*Que tu obediencia no sea rutinaria, ciega, mecánica. Esta es la obediencia mía, la del Ordenador.
* Tú debes cumplir bien, atendiendo a los deseos reales del que manda.
* No te límites a hacer el mínimo necesario para justificarte. Debes ser generoso haciendo incluso más de lo que se te pide.
* No critiques, ni de pensamiento, a la persona que tiene autoridad.
* No intentes pasar el encargo recibido a otra persona.
Debes hacer inmediatamente lo mandado o en el momento que te hayan indicado.
Un aviso: Debes contar con la rebeldía que brota dentro de ti en estos años. Ya sé que quieres ser
tú. No te preocupes. Lo serás, y con mayor personalidad, cuanto más obediente seas ahora.
El cabecilla de la pandilla suele:
Esclavizar al grupo.
Procurar el bien común.
Mandar con justicia.
EXAMEN DE DIAGNÓSTICO 1
TEXTO N. 1: OBEDIENCIA
En esto de obedecer, yo, tu Ordenador, si creo que te puedo dar lecciones. ¿Fallo alguna vez a lo que me mandas? Si me das las órdenes correctas, ahí estoy yo sumiso, sin voluntad propia, ciegamente servil. Eres tú más bien el que se equivoca en algunas órdenes que me das. Estoy orgulloso de ello.
Pero sospecho que mi obediencia no es la obediencia con que deben obsequiarse unas a otras las personas humanas. Yo actúo sin motivos, sin razones. Si fuera capaz de ello, no sería Ordenador, sería persona.
Las personas vivís en sociedad. Y sociedad es la familia, el colegio, la ciudad, la nación a que perteneces. ¿Te imaginas una sociedad sin autoridad? Es necesaria la autoridad. No hay más que ver cómo los jóvenes, tan propensos a rechazar la autoridad establecida, os inventáis otros tipos de autoridad. Buscáis quien os mande y os sometéis servilmente. Obedecéis al cabecilla de la pandilla, al líder de turno, a las modas.
¿Quieres saber qué es la obediencia para una persona?
Obedecer es aceptar y ejecutar, como decisiones propias, las indicaciones de quien tiene y ejerce la autoridad, siempre que no se oponga a la justicia.
Datos a tener en cuenta:
Aceptar, en la obediencia, es considerar como tuyas las decisiones de otro.
Autoridad es la persona puesta para mandar, ordenando los derechos de todos y procurando el bien de la sociedad o de las diversas sociedades a las que tú puedas estar incorporado.
Ejecutar es hacer con prontitud lo que te mandan, poniendo interés por interpretar bien la voluntad del que manda.
La autoridad, si como humana que es, se sobrepasa en sus facultades, no debe ser obedecida en sus abusos o errores.
La obediencia no se opone a la libertad. Es verdad que el que obedece se somete a la voluntad de otro. Pero lo hace en virtud de una decisión libre, motivada por unos valores superiores.
El primero de estos motivos es la autoridad misma, cuyo fundamento están la autoridad de Dios.
Otras razones pueden ser, y de hecho son, la paz, la armonía, la eficacia, el respeto a los derechos de los demás, el bien común.
Algunas propuestas:
*Que tu obediencia no sea rutinaria, ciega, mecánica. Esta es la obediencia mía, la del Ordenador.
* Tú debes cumplir bien, atendiendo a los deseos reales del que manda.
* No te límites a hacer el mínimo necesario para justificarte. Debes ser generoso haciendo incluso más de lo que se te pide.
* No critiques, ni de pensamiento, a la persona que tiene autoridad.
* No intentes pasar el encargo recibido a otra persona.
Debes hacer inmediatamente lo mandado o en el momento que te hayan indicado.
Un aviso: Debes contar con la rebeldía que brota dentro de ti en estos años. Ya sé que quieres ser
tú. No te preocupes. Lo serás, y con mayor personalidad, cuanto más obediente seas ahora.
El aceptar, en la obediencia, es:
Respetar al otro.
No pensar en lo que mandan.
Considerar como nuestras las decisiones de otro.
EXAMEN DE DIAGNÓSTICO 1
TEXTO N. 1: OBEDIENCIA
En esto de obedecer, yo, tu Ordenador, si creo que te puedo dar lecciones. ¿Fallo alguna vez a lo que me mandas? Si me das las órdenes correctas, ahí estoy yo sumiso, sin voluntad propia, ciegamente servil. Eres tú más bien el que se equivoca en algunas órdenes que me das. Estoy orgulloso de ello.
Pero sospecho que mi obediencia no es la obediencia con que deben obsequiarse unas a otras las personas humanas. Yo actúo sin motivos, sin razones. Si fuera capaz de ello, no sería Ordenador, sería persona.
Las personas vivís en sociedad. Y sociedad es la familia, el colegio, la ciudad, la nación a que perteneces. ¿Te imaginas una sociedad sin autoridad? Es necesaria la autoridad. No hay más que ver cómo los jóvenes, tan propensos a rechazar la autoridad establecida, os inventáis otros tipos de autoridad. Buscáis quien os mande y os sometéis servilmente. Obedecéis al cabecilla de la pandilla, al líder de turno, a las modas.
¿Quieres saber qué es la obediencia para una persona?
Obedecer es aceptar y ejecutar, como decisiones propias, las indicaciones de quien tiene y ejerce la autoridad, siempre que no se oponga a la justicia.
Datos a tener en cuenta:
Aceptar, en la obediencia, es considerar como tuyas las decisiones de otro.
Autoridad es la persona puesta para mandar, ordenando los derechos de todos y procurando el bien de la sociedad o de las diversas sociedades a las que tú puedas estar incorporado.
Ejecutar es hacer con prontitud lo que te mandan, poniendo interés por interpretar bien la voluntad del que manda.
La autoridad, si como humana que es, se sobrepasa en sus facultades, no debe ser obedecida en sus abusos o errores.
La obediencia no se opone a la libertad. Es verdad que el que obedece se somete a la voluntad de otro. Pero lo hace en virtud de una decisión libre, motivada por unos valores superiores.
El primero de estos motivos es la autoridad misma, cuyo fundamento están la autoridad de Dios.
Otras razones pueden ser, y de hecho son, la paz, la armonía, la eficacia, el respeto a los derechos de los demás, el bien común.
Algunas propuestas:
*Que tu obediencia no sea rutinaria, ciega, mecánica. Esta es la obediencia mía, la del Ordenador.
* Tú debes cumplir bien, atendiendo a los deseos reales del que manda.
* No te límites a hacer el mínimo necesario para justificarte. Debes ser generoso haciendo incluso más de lo que se te pide.
* No critiques, ni de pensamiento, a la persona que tiene autoridad.
* No intentes pasar el encargo recibido a otra persona.
Debes hacer inmediatamente lo mandado o en el momento que te hayan indicado.
Un aviso: Debes contar con la rebeldía que brota dentro de ti en estos años. Ya sé que quieres ser
tú. No te preocupes. Lo serás, y con mayor personalidad, cuanto más obediente seas ahora.
La obediencia no se opone a la libertad porque:
Son la misma cosa.
Se obedece por valores superiores.
La obediencia no es humana.
EXAMEN DE DIAGNÓSTICO 1
TEXTO N. 1: OBEDIENCIA
En esto de obedecer, yo, tu Ordenador, si creo que te puedo dar lecciones. ¿Fallo alguna vez a lo que me mandas? Si me das las órdenes correctas, ahí estoy yo sumiso, sin voluntad propia, ciegamente servil. Eres tú más bien el que se equivoca en algunas órdenes que me das. Estoy orgulloso de ello.
Pero sospecho que mi obediencia no es la obediencia con que deben obsequiarse unas a otras las personas humanas. Yo actúo sin motivos, sin razones. Si fuera capaz de ello, no sería Ordenador, sería persona.
Las personas vivís en sociedad. Y sociedad es la familia, el colegio, la ciudad, la nación a que perteneces. ¿Te imaginas una sociedad sin autoridad? Es necesaria la autoridad. No hay más que ver cómo los jóvenes, tan propensos a rechazar la autoridad establecida, os inventáis otros tipos de autoridad. Buscáis quien os mande y os sometéis servilmente. Obedecéis al cabecilla de la pandilla, al líder de turno, a las modas.
¿Quieres saber qué es la obediencia para una persona?
Obedecer es aceptar y ejecutar, como decisiones propias, las indicaciones de quien tiene y ejerce la autoridad, siempre que no se oponga a la justicia.
Datos a tener en cuenta:
Aceptar, en la obediencia, es considerar como tuyas las decisiones de otro.
Autoridad es la persona puesta para mandar, ordenando los derechos de todos y procurando el bien de la sociedad o de las diversas sociedades a las que tú puedas estar incorporado.
Ejecutar es hacer con prontitud lo que te mandan, poniendo interés por interpretar bien la voluntad del que manda.
La autoridad, si como humana que es, se sobrepasa en sus facultades, no debe ser obedecida en sus abusos o errores.
La obediencia no se opone a la libertad. Es verdad que el que obedece se somete a la voluntad de otro. Pero lo hace en virtud de una decisión libre, motivada por unos valores superiores.
El primero de estos motivos es la autoridad misma, cuyo fundamento están la autoridad de Dios.
Otras razones pueden ser, y de hecho son, la paz, la armonía, la eficacia, el respeto a los derechos de los demás, el bien común.
Algunas propuestas:
*Que tu obediencia no sea rutinaria, ciega, mecánica. Esta es la obediencia mía, la del Ordenador.
* Tú debes cumplir bien, atendiendo a los deseos reales del que manda.
* No te límites a hacer el mínimo necesario para justificarte. Debes ser generoso haciendo incluso más de lo que se te pide.
* No critiques, ni de pensamiento, a la persona que tiene autoridad.
* No intentes pasar el encargo recibido a otra persona.
Debes hacer inmediatamente lo mandado o en el momento que te hayan indicado.
Un aviso: Debes contar con la rebeldía que brota dentro de ti en estos años. Ya sé que quieres ser
tú. No te preocupes. Lo serás, y con mayor personalidad, cuanto más obediente seas ahora.
A la hora de obedecer hay que:
Ser generoso.
Hacer lo mínimo.
Hacer lo justo para justificarse.
EXAMEN DE DIAGNÓSTICO 1
TEXTO N. 2: EL ABURRIMIENTO EN LA ESCUELA
Con ligereza, hay quienes califican a la escuela de aburrida, a fin de justificar el desinterés por la enseñanza que manifiesta un sector de alumnos. Este término despectivo y otros afines (como "tediosa" o "fatigosa") hacen suponer que la tarea escolar debería ser lo opuesto; es decir, "divertida”, "entretenida". Cabe preguntarse si, efectivamente, es el propósito por lograr en la escuela. La respuesta es clara. Lo que realmente se espera de la enseñanza es el aprendizaje.
¿Cuándo fracasa ese proceso? Cuando no se aprende. Por lo tanto, no es ni la diversión ni el entretenimiento el objetivo, aunque sea aceptable afirmar que es mejor una clase productiva en aprendizajes que, además, sea entretenida.
La tarea escolar es una labor compartida por el docente y los alumnos. De ambas partes se requiere un caudal de atención, de actitud positiva, de voluntad de trabajo. En esa entrega, el que conduce es quien debe abrir el tema y promover su desarrollo hasta la meta trazada. Entre los protagonistas de la clase juega un factor decisivo, el clic motivacional. El acierto en pulsarlo moviliza a la clase. Cuando falta, sobreviene el desinterés, antesala del aburrimiento. Por eso, buena parte del arte de la enseñanza se sustenta en saber motivar, inquietud constante del maestro o profesor.
Es claro que el aburrimiento puede tener otras fuentes. Hay alumnos que se cansan porque tienen un nivel de aptitud superior que el resto de la clase, se anticipan a las soluciones y se fatigan de escuchar lo que ya saben; en oposición, otros se desaniman porque no entienden lo que se explica, pues su capacidad es menor. Ambos tipos de alumnos requieren otro trato pedagógico, que los docentes suelen dar, pero que reclama más recursos en la escuela para brindar una atención diferenciada de cada caso. En otro plano están los chicos que van con sueño a la escuela porque duermen menos de lo que necesitan. Hay otros cuyo cansancio es fruto de un recargo de actividades extra programáticas. En estos casos, es cuestión de buscar soluciones con los padres.
En ocasiones, se reprocha a la escuela que los contenidos curriculares van a la zaga de lo que los alumnos conocen en la vida cotidiana o bien que los temas de estudio no les sirven para sus necesidades laborales. Estas razones de desinterés no se solucionan fácilmente, pese a la periódica actualización de planes y programas, y a la capacidad de maestros y profesores para ajustar algunos contenidos al presente. Pero también es cierto que gran parte de lo que se aprende son logros del pasado que siguen siendo válidos y no todo puede tener la rapidez de los cambios tecnológicos. Al revisar posibles causas de tedio, no puede estar ausente el aprendizaje comúnmente llamado "memorístico", forma de estudiar que convoca al aburrimiento y es inaceptable en la escuela, que debe acudir a la comprensión inteligente de los problemas.
Vivimos tiempos en que se difunde de modo constante un engañoso llamado a hacer lo placentero y lo fácil. Esto afecta conductas y valores, entre ellos los que se vinculan a la tarea escolar. Ese mensaje confunde a los escolares, que no perciben que la formación educativa demanda encarar lo que es difícil y complejo para avanzar.
La idea principal expuesta en el primer párrafo puede ser parafraseada de la siguiente manera:
La enseñanza es aburrimiento.
La enseñanza es aprendizaje.
La enseñanza es productiva.
La enseñanza es diversión.
EXAMEN DE DIAGNÓSTICO 1
TEXTO N. 2: EL ABURRIMIENTO EN LA ESCUELA
Con ligereza, hay quienes califican a la escuela de aburrida, a fin de justificar el desinterés por la enseñanza que manifiesta un sector de alumnos. Este término despectivo y otros afines (como "tediosa" o "fatigosa") hacen suponer que la tarea escolar debería ser lo opuesto; es decir, "divertida”, "entretenida". Cabe preguntarse si, efectivamente, es el propósito por lograr en la escuela. La respuesta es clara. Lo que realmente se espera de la enseñanza es el aprendizaje.
¿Cuándo fracasa ese proceso? Cuando no se aprende. Por lo tanto, no es ni la diversión ni el entretenimiento el objetivo, aunque sea aceptable afirmar que es mejor una clase productiva en aprendizajes que, además, sea entretenida.
La tarea escolar es una labor compartida por el docente y los alumnos. De ambas partes se requiere un caudal de atención, de actitud positiva, de voluntad de trabajo. En esa entrega, el que conduce es quien debe abrir el tema y promover su desarrollo hasta la meta trazada. Entre los protagonistas de la clase juega un factor decisivo, el clic motivacional. El acierto en pulsarlo moviliza a la clase. Cuando falta, sobreviene el desinterés, antesala del aburrimiento. Por eso, buena parte del arte de la enseñanza se sustenta en saber motivar, inquietud constante del maestro o profesor.
Es claro que el aburrimiento puede tener otras fuentes. Hay alumnos que se cansan porque tienen un nivel de aptitud superior que el resto de la clase, se anticipan a las soluciones y se fatigan de escuchar lo que ya saben; en oposición, otros se desaniman porque no entienden lo que se explica, pues su capacidad es menor. Ambos tipos de alumnos requieren otro trato pedagógico, que los docentes suelen dar, pero que reclama más recursos en la escuela para brindar una atención diferenciada de cada caso. En otro plano están los chicos que van con sueño a la escuela porque duermen menos de lo que necesitan. Hay otros cuyo cansancio es fruto de un recargo de actividades extra programáticas. En estos casos, es cuestión de buscar soluciones con los padres.
En ocasiones, se reprocha a la escuela que los contenidos curriculares van a la zaga de lo que los alumnos conocen en la vida cotidiana o bien que los temas de estudio no les sirven para sus necesidades laborales. Estas razones de desinterés no se solucionan fácilmente, pese a la periódica actualización de planes y programas, y a la capacidad de maestros y profesores para ajustar algunos contenidos al presente. Pero también es cierto que gran parte de lo que se aprende son logros del pasado que siguen siendo válidos y no todo puede tener la rapidez de los cambios tecnológicos. Al revisar posibles causas de tedio, no puede estar ausente el aprendizaje comúnmente llamado "memorístico", forma de estudiar que convoca al aburrimiento y es inaceptable en la escuela, que debe acudir a la comprensión inteligente de los problemas.
Vivimos tiempos en que se difunde de modo constante un engañoso llamado a hacer lo placentero y lo fácil. Esto afecta conductas y valores, entre ellos los que se vinculan a la tarea escolar. Ese mensaje confunde a los escolares, que no perciben que la formación educativa demanda encarar lo que es difícil y complejo para avanzar.
Los principales actores en el proceso de enseñanza aprendizaje son:
educador y educando.
tarea escolar y alumnos.
tarea escolar y docentes.
atención, actitud y voluntad.
EXAMEN DE DIAGNÓSTICO 1
TEXTO N. 2: EL ABURRIMIENTO EN LA ESCUELA
Con ligereza, hay quienes califican a la escuela de aburrida, a fin de justificar el desinterés por la enseñanza que manifiesta un sector de alumnos. Este término despectivo y otros afines (como "tediosa" o "fatigosa") hacen suponer que la tarea escolar debería ser lo opuesto; es decir, "divertida”, "entretenida". Cabe preguntarse si, efectivamente, es el propósito por lograr en la escuela. La respuesta es clara. Lo que realmente se espera de la enseñanza es el aprendizaje.
¿Cuándo fracasa ese proceso? Cuando no se aprende. Por lo tanto, no es ni la diversión ni el entretenimiento el objetivo, aunque sea aceptable afirmar que es mejor una clase productiva en aprendizajes que, además, sea entretenida.
La tarea escolar es una labor compartida por el docente y los alumnos. De ambas partes se requiere un caudal de atención, de actitud positiva, de voluntad de trabajo. En esa entrega, el que conduce es quien debe abrir el tema y promover su desarrollo hasta la meta trazada. Entre los protagonistas de la clase juega un factor decisivo, el clic motivacional. El acierto en pulsarlo moviliza a la clase. Cuando falta, sobreviene el desinterés, antesala del aburrimiento. Por eso, buena parte del arte de la enseñanza se sustenta en saber motivar, inquietud constante del maestro o profesor.
Es claro que el aburrimiento puede tener otras fuentes. Hay alumnos que se cansan porque tienen un nivel de aptitud superior que el resto de la clase, se anticipan a las soluciones y se fatigan de escuchar lo que ya saben; en oposición, otros se desaniman porque no entienden lo que se explica, pues su capacidad es menor. Ambos tipos de alumnos requieren otro trato pedagógico, que los docentes suelen dar, pero que reclama más recursos en la escuela para brindar una atención diferenciada de cada caso. En otro plano están los chicos que van con sueño a la escuela porque duermen menos de lo que necesitan. Hay otros cuyo cansancio es fruto de un recargo de actividades extra programáticas. En estos casos, es cuestión de buscar soluciones con los padres.
En ocasiones, se reprocha a la escuela que los contenidos curriculares van a la zaga de lo que los alumnos conocen en la vida cotidiana o bien que los temas de estudio no les sirven para sus necesidades laborales. Estas razones de desinterés no se solucionan fácilmente, pese a la periódica actualización de planes y programas, y a la capacidad de maestros y profesores para ajustar algunos contenidos al presente. Pero también es cierto que gran parte de lo que se aprende son logros del pasado que siguen siendo válidos y no todo puede tener la rapidez de los cambios tecnológicos. Al revisar posibles causas de tedio, no puede estar ausente el aprendizaje comúnmente llamado "memorístico", forma de estudiar que convoca al aburrimiento y es inaceptable en la escuela, que debe acudir a la comprensión inteligente de los problemas.
Vivimos tiempos en que se difunde de modo constante un engañoso llamado a hacer lo placentero y lo fácil. Esto afecta conductas y valores, entre ellos los que se vinculan a la tarea escolar. Ese mensaje confunde a los escolares, que no perciben que la formación educativa demanda encarar lo que es difícil y complejo para avanzar.
Pese a los esfuerzos de actualización curricular y pedagógica, es difícil abordar el problema:
de los planes y programas.
de la capacidad de estudiantes y profesores.
del desinterés.
de la escuela y de la vida real y cotidiana.
EXAMEN DE DIAGNÓSTICO 1
TEXTO N. 3: LA FE
La llegada de la señorita María a su vida fue un milagro.
Usted me ha devuelto la fe en todos, en todo, en mí mismo, le decía, con un tono de verdad que ella no ponía en duda nunca, pero solo respondía que la fe era un milagro que los seres humanos debemos conservar como una pequeña llama, en el fondo de nuestras vidas, alimentándola constantemente, para no morirnos de frío.
Hasta que un día, largamente temido, la señorita María se fue por donde había venido, con su adiós silencioso y su sonrisa pálida, sin explicaciones ni excusas de ninguna clase, con una dolorosa naturalidad que lo sumió en la más profunda de las depresiones.
Tiempo después se enteró que tras meses de un viaje infernal había llegado a una de esas ciudades llenas de rascacielos, ruido y tráfico enloquecido, quizá en busca de algunas vidas a las cuales iluminar, aunque fuera momentáneamente. Deseó que le fuera tan bien como su bondad lo merecía, pero una tristeza que empezara a borrarse lentamente se agudizó ahora, no solo por su ausencia, sino por esa extraña decisión de emigrar, en la que le parecía que ella nunca hubiese podido siquiera pensar, aunque era como una fiebre que atacaba a innumerables conocidos y desconocidos, por las estrechas situaciones en las que vivían, por la falta de trabajo, por tantas y tantas circunstancias que uno no sabe que son parte de la vida de los seres humanos. Y empezó a hundirse, poco a poco, en uno como pozo de insondable depresión.
Pero cuando se hallaba sumido en lo más hondo de ese túnel de pena, halló ese pequeño fuego del que ella, su ahora lejana inmigrante, ya solo un inasible recuerdo, su increíble señorita María de otros tiempos, a la que ahora, seguramente, alguien llamaría Miss Mary le había hablado alguna vez, y al que llamaba la fe, y lentamente lo fue avivando, amorosa, delicadamente, y luego de muchos días de lágrimas y de evocaciones, sintió que la llamita ardía en alguna parte de su ser con fuerza suficiente no solo para permitirle seguir viviendo, sino para hacerlo de un modo distinto a todo lo que había sido su anterior existencia gris, opaca y fría.
El presente texto es
Informativo.
Narrativo.
Científico.
Argumentativo.
EXAMEN DE DIAGNÓSTICO 1
TEXTO N. 3: LA FE
La llegada de la señorita María a su vida fue un milagro.
Usted me ha devuelto la fe en todos, en todo, en mí mismo, le decía, con un tono de verdad que ella no ponía en duda nunca, pero solo respondía que la fe era un milagro que los seres humanos debemos conservar como una pequeña llama, en el fondo de nuestras vidas, alimentándola constantemente, para no morirnos de frío.
Hasta que un día, largamente temido, la señorita María se fue por donde había venido, con su adiós silencioso y su sonrisa pálida, sin explicaciones ni excusas de ninguna clase, con una dolorosa naturalidad que lo sumió en la más profunda de las depresiones.
Tiempo después se enteró que tras meses de un viaje infernal había llegado a una de esas ciudades llenas de rascacielos, ruido y tráfico enloquecido, quizá en busca de algunas vidas a las cuales iluminar, aunque fuera momentáneamente. Deseó que le fuera tan bien como su bondad lo merecía, pero una tristeza que empezara a borrarse lentamente se agudizó ahora, no solo por su ausencia, sino por esa extraña decisión de emigrar, en la que le parecía que ella nunca hubiese podido siquiera pensar, aunque era como una fiebre que atacaba a innumerables conocidos y desconocidos, por las estrechas situaciones en las que vivían, por la falta de trabajo, por tantas y tantas circunstancias que uno no sabe que son parte de la vida de los seres humanos. Y empezó a hundirse, poco a poco, en uno como pozo de insondable depresión.
Pero cuando se hallaba sumido en lo más hondo de ese túnel de pena, halló ese pequeño fuego del que ella, su ahora lejana inmigrante, ya solo un inasible recuerdo, su increíble señorita María de otros tiempos, a la que ahora, seguramente, alguien llamaría Miss Mary le había hablado alguna vez, y al que llamaba la fe, y lentamente lo fue avivando, amorosa, delicadamente, y luego de muchos días de lágrimas y de evocaciones, sintió que la llamita ardía en alguna parte de su ser con fuerza suficiente no solo para permitirle seguir viviendo, sino para hacerlo de un modo distinto a todo lo que había sido su anterior existencia gris, opaca y fría.
Según el texto, ¿cuál es la palabra que encierra la analogía que define la fe?
Muerte.
Frío.
Candela.
Alimento.
EXAMEN DE DIAGNÓSTICO 1
TEXTO N. 3: LA FE
La llegada de la señorita María a su vida fue un milagro.
Usted me ha devuelto la fe en todos, en todo, en mí mismo, le decía, con un tono de verdad que ella no ponía en duda nunca, pero solo respondía que la fe era un milagro que los seres humanos debemos conservar como una pequeña llama, en el fondo de nuestras vidas, alimentándola constantemente, para no morirnos de frío.
Hasta que un día, largamente temido, la señorita María se fue por donde había venido, con su adiós silencioso y su sonrisa pálida, sin explicaciones ni excusas de ninguna clase, con una dolorosa naturalidad que lo sumió en la más profunda de las depresiones.
Tiempo después se enteró que tras meses de un viaje infernal había llegado a una de esas ciudades llenas de rascacielos, ruido y tráfico enloquecido, quizá en busca de algunas vidas a las cuales iluminar, aunque fuera momentáneamente. Deseó que le fuera tan bien como su bondad lo merecía, pero una tristeza que empezara a borrarse lentamente se agudizó ahora, no solo por su ausencia, sino por esa extraña decisión de emigrar, en la que le parecía que ella nunca hubiese podido siquiera pensar, aunque era como una fiebre que atacaba a innumerables conocidos y desconocidos, por las estrechas situaciones en las que vivían, por la falta de trabajo, por tantas y tantas circunstancias que uno no sabe que son parte de la vida de los seres humanos. Y empezó a hundirse, poco a poco, en uno como pozo de insondable depresión.
Pero cuando se hallaba sumido en lo más hondo de ese túnel de pena, halló ese pequeño fuego del que ella, su ahora lejana inmigrante, ya solo un inasible recuerdo, su increíble señorita María de otros tiempos, a la que ahora, seguramente, alguien llamaría Miss Mary le había hablado alguna vez, y al que llamaba la fe, y lentamente lo fue avivando, amorosa, delicadamente, y luego de muchos días de lágrimas y de evocaciones, sintió que la llamita ardía en alguna parte de su ser con fuerza suficiente no solo para permitirle seguir viviendo, sino para hacerlo de un modo distinto a todo lo que había sido su anterior existencia gris, opaca y fría.
De acuerdo con el texto: la fe es:
Algo que tiene un tono de verdad y se pone en duda.
Lo más hondo de ese túnel de pena.
Una fiebre que atacaba a innumerables conocidos y desconocidos.
Un milagro que los seres humanos debemos conservar.
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